Francisco Franco (Paco Franki pa los amigos)
FRANCO, ESE INTENTO DE GRAN HOMBRE
Francisco Franco Bahamonde, alias Paquita, alias Francisca la odalisca, alias Mariano Rajoy Brey, es un misterioso ser de luz, que nació aproximadamente hace unos 425 años y no morirá nunca porque está en nuestros corazones. Su aspecto delataba que era mágico y omnipotente. Bajito, con un bigote más feo que mi tía la Jacinta, arrugado como un papo muy desgastado y además le faltaba un cojón, como al rey y a Hitler y a tu padre, por eso has nacido así de deforme.
La infancia de Franco fue muy dura. Como recordaba a un teleñeco, sus compañeros de clase le insultaban y metían la mano por el culo, para usarlo como marioneta. En una de estas ocasiones del susto se le cayó un cojón, y se quedo con la voz aflautada el resto de su larga vida. Sus padres, que eran imbéciles, le dejaron vivir, y le enseñaron a ser un facha como Dios manda.
Demostró su valía militar en 1936, cuando, tras una encarnizada batalla contra doce soldados republicanos, ganó, con la unica ayuda de 2352459774526257 vehículos de combate alemanes y otros tantos italianos. Llevando así a España a otro nivel.
Se puso a dieta una vez en el poder, con un régimen que siguió durante décadas. Una de sus claves para una vida sana (físicamente, porque mentalmente ya no tiene remedio) era rechazar las carnes rojas, llegando hasta el punto de enterrar bajo tierra a sucios rojos, para dar así ejemplo al resto de la humanidad sobre los peligros de comer insanamente.
En su lugar, se alimentaba exclusivamente de atunes, que el mismo pescaba, y claramente nadie le ponía en el anzuelo, como dicen esos sucios batracios bolcheviques y republicanos.
La infancia de Franco fue muy dura. Como recordaba a un teleñeco, sus compañeros de clase le insultaban y metían la mano por el culo, para usarlo como marioneta. En una de estas ocasiones del susto se le cayó un cojón, y se quedo con la voz aflautada el resto de su larga vida. Sus padres, que eran imbéciles, le dejaron vivir, y le enseñaron a ser un facha como Dios manda.
Demostró su valía militar en 1936, cuando, tras una encarnizada batalla contra doce soldados republicanos, ganó, con la unica ayuda de 2352459774526257 vehículos de combate alemanes y otros tantos italianos. Llevando así a España a otro nivel.
Se puso a dieta una vez en el poder, con un régimen que siguió durante décadas. Una de sus claves para una vida sana (físicamente, porque mentalmente ya no tiene remedio) era rechazar las carnes rojas, llegando hasta el punto de enterrar bajo tierra a sucios rojos, para dar así ejemplo al resto de la humanidad sobre los peligros de comer insanamente.
En su lugar, se alimentaba exclusivamente de atunes, que el mismo pescaba, y claramente nadie le ponía en el anzuelo, como dicen esos sucios batracios bolcheviques y republicanos.
Aquí el caudillo pescando un atún. Franco es todo aquello que sobresale de su ropa,
y que no es el atún ni el fondo.
Durante su vejez, su aspecto se tornó aún más obsceno, se arrugó aún más, su cara recordaba al pene de un viejo tras salir de la piscina. Nadie le tenía respeto ya al pobre Paco. En un intento desesperado por imponer un mínimo, desfiló por la calle con unas gafas de sol y un traje de general, que sin embargo le hacían parecer una de las tortugas ninja.
Francisca luciendo un cosplay de Miguel Ángel
Tras la frustrada maniobra, y después de Greenpeace le clasificara como ''galápago en peligro de extinción'', nuestro macho español se retiró de la política, fichando por Coca Cola, lugar donde se ha mantenido, con los breves paréntesis, como el de niñera de Fernández Díaz (de 1952 a 1987, cuando aprendió por fin a no defecarse encima). Poco más se sabe de su vida personal, excepto que en 2012 tuvo una cita romántica con el papa Benedicto XVI, famoso por su evidente sex appeal.
Franco ejerciendo su empleo hoy en día
Lo importante de Franco, es que llevó el país con mano dura, hasta el punto de que el muy morboso llevaba siempre encima la mano de Santa Teresa (la monja esa que parecía un cacahuete) encima. No obstante, fue el puto amo, porque los curas teníamos aún más poder que hoy en día, y podíamos campar en pelotas por los descampados. Hoy en día también podemos (es una tradición católica española), y hasta nos flagelamos a lo 50 sombras de Grey, pero al menos, en los tiempos de Paquita, la gente no te miraba mal, y como no existía twitter, pues nadie se podía burlar de ti a gran escala.